sábado, 12 de mayo de 2007

Espers: "Un árbol es para nosotros tan natural como un coche abandonado".

Nacieron como trío alrededor de Greg Weeks y las delicadas, prístinas, puras, fantásticas voces de Meg Baird y Brooke Sietinsons. Se rodearon de gente de su entorno (Otto Hausser, Helena Espvall y Chris Smith) para debutar en 2004 (en Locust) con un inspirado disco homónimo que les empezó a granjear simpatías a ambos lados del atlántico. En 2005 nos regalaron un precioso EP –Weed Tree- dedicado a recrear piezas tradicionales y hacer versiones (de The Durutti Column, Nico, Blue Öyster Cult, Michael Hurley) de algunos de sus temas favoritos de siempre. En la primera mitad del año que nos deja, la banda volvía a la actualidad editorial con II (Drag City/Wichita/Sinnamon, 06), un álbum más oscuro, en el que su folk campestre, cándido, de elaboradas melodías y predominantemente acústico concede mayor espacio al condimiento ácido, a la atmósfera, la psicodelia o el timbre exótico de instrumentos como el doumbek o el dholak.

¿Qué opinas al respecto de todo el revuelo que se ha despertado alrededor del folk en estos últimos dos años?

Es maravilloso poder ver a muchos de los músicos de los que hemos sido fans durante años obtener por fin un mayor reconocimiento. Fuss, hype, etc. Es un constante flujo y reflujo y seguirá habiendo puntos de encuentro y escenas en la música. Estamos felices por ver que artistas que estaban tocando dentro de unos parámetros similares han conseguido acceder a una audiencia mayor.

Son una banda bastante nueva, comenzaron a tocar juntos en 2002, pero supongo que antes de decidirse a montar el grupo habran sido fans de esta música durante largo tiempo. ¿Cómo ven la escena folk en U.S. ahora en comparación con hace cinco o diez años? ¿Qué ha cambiado para que a día de hoy se le preste mucha más atención a estos sonidos?

Ahora veo a cantidad de gente joven formando bandas y tocando que, en mayor o menor medida, tienen el folk como referencia, muchas más bandas que antes. En cuanto a número, supongo que hay más. Los cimientos reales del núcleo de gente con la que hemos estados involucrados son tan fuertes como siempre, la amistad que hemos desarrollado a lo largo de muchos, muchos años involucrados con esta clase de música. Sinceramente no sé si algo ha cambiado realmente más allá de la atención que se le presta y la luz que se ha arrojado sobre esta escena. Ahora es más fácil para muchos de nosotros viajar y salir a tocar fuera de nuestras ciudades o fuera de nuestro país, y ese es un efecto agradable de toda esa mayor atención.

¿Cómo y por qué comenzaron Espers? Greg Weeks ha estado editando y produciendo discos, Otto Hauser ha estado tocando con algunas de las “nuevas estrellas” del folk (Devendra Banhart, Vetiver)… ¿Qué nos puedes contar del resto de la gente que forma parte de la banda?

Brooke, Meg y Greg formaron la banda como trío. Fue el resultado de gentes que se conocen y acaban siendo amigos gracias al circuito de conciertos en casas, la correspondencia, el intercambiar discos y el amor general por esta música. Brooke montaba con frecuencia conciertos en su loft y tuvo a Greg y a Meg tocando en una ocasión. Se forjó un vínculo y eso llevó al nacimiento de la banda. Hellena, Otto y yo acabamos dentro del paquete para completar la formación de cara al directo y de una manera muy natural acabamos siendo también parte del “núcleo”, del corazón de Espers. Todo encajó, entendimos los lugares a los que cada uno de nosotros quería llevar la música. Somos el resultado de amar esta música y denuestra obsesión por los estudios de grabación y las jams en grupo.

Parece que intentaras capturar y retener el sentimiento clásico de una música hecha en un momento (finales de los 60, 70’s) y un lugar muy particular. Suenan mucho a folk británico de aquella época . Doy por hecho que es una dirección que se toma deliberádamente, pero, ¿por qué deciden enfocar vuestra música a esta estética en concreto?

Inicialmente el grupo se forma a raíz del amor compartido hacia esta música. El tiempo está tan condensado que es difícil imaginar cómo era todo hace cinco años cuando no había un montón de gente hablando sobre los discos de C.O.B., Michael Hurley o Bert Jansch. Había cierto encanto arcano en relación a todos ellos. Y Espers apareció con el deseo de capturar esa vibración.

No tienen miedo de sonar demasiado “retro”?

Nuestra intención es sonar como queremos sonar… Nunca consideramos una fecha o un sello temporal a la hora de concebir nuestras canciones.

Vuestra imagen como grupo parece haber ido cambiando con el tiempo. Últimamente han adoptado una estética más hippie y las fotos promocionales del último trabajo los muestran en entornos naturales. ¿Tiene alguna influencia el entorno en el que viven en la música que hacen?

Las últimas fotos de promo las hizo la maravillosa Alissa Andersson, de Vetiver. Estábamos haciendo algunas fechas con ellos en California y pasamos un agradable fin de semana en Big Sur para actuar en un festival organizado por los chicos de Brightblack Morninglights. Hacernos unas fotos en los bosques de Big Sur era obligado para nosotros, especialmente considerando lo buena fotógrafa que es Alissa.

Todos vivimos en la ciudad, en Philadelphia. Es de hecho un elemento importante porque sentimos que la música es un entorno de reclusión, un espacio compartido que creamos para habitarlo juntos. Supongo que entramos en el estudio o en el local que usamos para ensayar dejando atrás rincones desolados y edificios ruinosos y tratamos de conjurar un espacio más natural en nuestras mentes. Pero un árbol es para Espers tan natural como un coche abandonado.

Son seis personas dentro del grupo pero se supone que el cerebro técnico en Espers a la hora de grabar es Greg. ¿Cómo trabajan en el estudio? ¿Qué hace cada uno? ¿Es sencilla y fluida la cosa?

La música la hacemos entre todos, con igual implicación y participación, ya que es el resultado de un trabajo de composición y arreglo que siempre desarrollamos en grupo. Greg consigue créditos extra por sus fantásticas habilidades como ingeniero y productor. Todos juntos hacemos la música y luego Greg se asegura de que todo quede perfectamente grabado y realizado en el estudio. Y sí, la relación entre nosotros y el trabajo en el estudio suele ser muy, muy fluida.

¿Cuánto tiempo les llevó la composición y la grabación de II? Suena más denso, con más capas, más oscuro, psicodélico y elaborado que vuestro debut…

Algunas canciones las habíamos estado tocando durante un año o así en directo antes de entrar a grabarlas y habían pasado ya por muchas fases. Desde que empezamos el proceso real de grabación, la cosa nos llevó unas 10 semanas.

Y a la hora de trasladar los temas de II al directo, ¿cómo les gusta enfocar los conciertos?

Mantenemos el sentimiento general de las canciones cuando las tocamos en directo. Por supuesto que no podemos viajar con cinco sintetizadores distintos y músicos suficientes para interpretar todas las partes, pero evocamos una energía en directo que traslada el sentimiento fundamental a una escala diferente. Queremos que la gente se entregue y comparta nuestros momentos.

Al hilo de lo que cuentas, de no poder viajar con todos los instrumentos a cuestas… Leí hace unas semanas que una de sus más apreciadas guitarras resultó dañada durante un vuelo. ¿la arreglaron?

La guitarra acústica de Meg, una maravillosa Martin, acabó destrozada por culpa de la mala política de Delta Airlines. Fue posible hacerle un arreglo de urgencia para tocar en directo, aunque el tono que da ahora no es el mismo que daba. Probablemente no vuelva a grabar con ella. No afectará a futuras grabaciones del grupo porque encontrará una nueva guitarra pronto, pero el sin sentido de permitir que un instrumento sea destruido de esa manera es algo muy triste.

Y la grabadora de ocho pistas de Greg… Estaba a la venta hace unos meses en Internet… Buena parte de las canciones de Espers han sido grabadas con esa máquina, ¿no? , ¿incorporaran la tecnología digital?

En esa máquina se hizo el primer álbum. Desde entonces ha ido ampliando su estudio hasta las 24 pistas, con una grabadora analógica de cinta de 2 pulgadas. Sólo puede hacer que las cosas en el futuro sean mejores.

¿Qué tal fueron los recientes conciertos en España?

¡Fantásticos! Esperamos poder volver muy pronto a tocar por aquí.

¿Y qué tal en el resto de la gira europea? ¿Dónde sentís que vuestra música es mejor apreciada?

Sentimos que es positivamente apreciada de igual manera en todas partes. Es una sensación realmente cálida.

Para acabar. Tres preguntas cortas. ¿Quién está detrás del fantástico artwork de vuestras portadas?

¡Brooke!

¿Cuáles son los mejores discos que has escuchado en este 2006 que acaba?

Uhm… Estos son algunos que me han gustado mucho: Ys, de Joanna Newson; Avatar, de Comets On Fire; y Green Blues de MV/EE and The Bummer Road.

¿Futuros proyectos de Espers?

¡Muchos! ¡Mantened vuestros ojos y vuestros oídos abiertos!

.....extraido de pop madrid ......

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El 5 de junio The Ladybug Transistor publicarán en Norteamérica a través de Merge un nuevo álbum de estudio titulado Can't Wait Another Day. En él han colaborado Jens Lekman y miembros de Architecture in Helsinki o The Clientele, entre otros.